Por Freddy P. Galarza
El director de minería Octavio López, y las autoridades de la región suroeste deberían atender, o por lo menos,escuchar los reclamos de los trabajadores que por años laboran en la extracción de la mina de yeso localizada en el municipio de Tamayo, para que sea revocado,o revisado el contrato de concesión para la explotación exclusiva cedido por el estado dominicano al señor Nelson Casimiro de la Rosa, por 75 años .
Dicho contrato, aunque no conocemos sus cláusulas; por las denuncias de los afectados y de ser cierta la misma, tiene que ser revisada la petición de los trabajadores agrupados en la Cooperativa de Producción y Trabajo Barranca, de que ha estos la intermediaria les recibe a 170 pesos por toneladas de dicho material, pero esta a su ves la coloca a las cementeras entre 750 y 800 pesos, dependiendo la empresa que adquiera el producto. Sin embargo, los trabajadores expresan que del total acumulado por ellos por dicha venta deben entregar un 30 por ciento al concesionado en perjuicio de quienes extraen, laboran el mineral y de toda una comunidad que en cambio no recibe ningún beneficio para su desarrollo social y económico.
El dueño absoluto de esta mina señor Nelson Casimiro de la Rosa, es quien impone las condiciones en que se debe comercializar el mineral cuya producción depende del esfuerzo mancomunado de los lugareños que se sienten ser esclavizados por el amo del siglo 21, y que los propios trabajadores dicen que se lleva la mayor tajada sin realizar ningún esfuerzo físico, mucho menos económico porque son los propios obreros a quienes les toca realizar la dura labor de extracción, contratar las máquinas y pagarles a los socios de la cooperativa .
Resulta un poco extraño que el estado dominicano haya dispuesto colocar la dirección de un yacimiento de yeso que en estos momentos tiene una gran demanda tanto a nivel local como en el exterior en mano de una sola persona que se ha convertido en un explotador en esa zona.
Desconocemos si el señor contratista y ''dueño de la mina''es el propietario de los terrenos donde se localiza el yacimiento de yeso,pero este contrato amerita su revisión para que los trabajadores y las comunidades alrededor de esa laboriosa región de Tamayo, resulten mayor beneficiadas através de la cooperativa que agrupa a esos obreros y que sean los propios mineros quienes obtengan una mayor cuota de lo que aporta su propia tierra.
freddy.galarza@yahoo.com
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