Para el ex fiscal del Distrito Nacional y candidato a la presidencia por el partido Alianza País, Guillermo Moreno, la política en contra del narcotráfico ha fracasado porque los gobiernos no han sido capaces de “romperle el espinazo” a los vínculos delictivos que mantienen funcionarios, legisladores y militares.
Al juicio de Moreno, si no se atacan las causas que generan los males sociales no se puede esperar que termine. “No es matar a los delincuentes, es acabar con la semilla que los crea”.
Considera que si el Estado está penetrado por el narcotráfico, entonces la lucha en su contra no ha generado el fruto que se esperaba.
El candidato presidencial apunta que se han arropado con impunidad los grandes casos ligados al narco. “Está el caso Quirino, el Figueroa Agosto, la torrea Atiemar y Paya-Baní, en ningunos se han capturado a todos los responsables”.
Precisa qos casos mencionados ponen en relieve público el grado de complicidad que existe entre el narcotráfico y los funcionarios, jueces, legisladores y militares.
Señala que se debe dar una estrategia combinada entre la persecución y la sanción, a fin de que todo delicnuente llevado a la justicia pague por su crimen sin aplicar el “borrón y cuenta nueva”.
En otro orden, Guiller Moreno dice que las deuda acumulada por el Estado -alrededor de US$22,500 millones- es una muestra palpable de que los endeudamientos no han favorecido a la mejora del país.
“Las deudas debieron estar encaminadas a generar riquezas que proporcionaran los recursos para cubrir las deudas acumuladas. Se ha hecho todo lo contrario”, agrega.
Lo que se hace, según él, es que se toman préstamos para pagar otros, lo que a fin de cuentas genera más endeudamiento y, por ende, el Estado se ve más apretado con las finanzas internacionales.
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