Por Cristino Alberto Gómez
Los altos niveles de desigualdad social, así como el degradado estado de la democracia y la preocupante situación política en la República Dominicana, son motivos de profunda reflexión para los ciudadanos y las ciudadanas de este país, gente noble, buena y con esperanza de compartir un futuro mejor. Ante esto surgen las preguntas: ¿Podremos lograr ese mayor bienestar social bajo el tipo de sistema político que existe en la actualidad? ¿Estamos trabajando para construir el futuro que queremos o sencillamente percibimos de manera pasiva la situación como si fuese ajena a nuestra responsabilidad? ¿Qué estamos dispuestos (as) a hacer para convertir en realidad el cambio?
Según los datos del Banco Mundial, un 48.5% de la población dominicana vive por debajo de la línea de pobreza, con tendencia al aumento. Mientras tanto, el 20% con mayores ingresos recibe un 53.8% de los ingresos totales, al tiempo que sólo un 4.4% se raciona para el 20% de los más pobres. Una de cada ocho personas (11.8%) no sabe leer ni escribir. Una de cada seis con disposición a trabajar (15.6%) no puede hacerlo debido a la falta de oportunidades de empleo. La proporción de mujeres desempleadas casi triplica la de hombres en esa condición, evidenciando las desigualdades de género.
En el ámbito de la salud, de acuerdo con los datos del Boletín no. 27 de la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales, un 62.5% de la población dominicana no cuenta con seguro familiar de salud. A esto se ligan los precarios servicios que se ofrecen en los hospitales públicos, única opción para la gran mayoría, en gran parte por la deficiente calidad de sus instalaciones y equipos.
Estos y otros problemas, como la inseguridad ciudadana por el incremento de la delincuencia, criminalidad y narcotráfico, la baja calidad de la educación pública y la inseguridad de la tenencia de la tierra, parecen no preocuparles a los gobiernos. Tampoco les interesa el tema del cambio climático, cuyos efectos se demuestran una y otra vez, no sólo por los vastos estudios científicos que se han realizado y divulgado, sino también porque su avance es tan rápido que los cambios son visibles en cortos períodos de tiempo. No les importa la pérdida de la biodiversidad, la necesidad de una mayor eficiencia en el uso de los recursos por su escasez cada vez más aguda ni la contaminación ambiental y sus efectos directos sobre la vida en el planeta. No les interesa preservar las riquezas y bellezas naturales de nuestro país. En fin, demuestran carencia de voluntad para servir a la nación dominicana a través de las posiciones representativas en las cuales ese pueblo bueno los ha colocado lleno de esperanzas. Cuarenta y cuatro años bajo los gobiernos de tres partidos han manifestado el fracaso social de la conquista y el ejercicio del poder cuando responden a intereses personales de enriquecimiento económico, divinización y perpetuidad de cargos.
El descrito es un sistema del cual no se pueden esperar mejores frutos. Para entenderlo basta con analizar detenidamente lo experimentado con la campaña electoral previo a las elecciones del pasado domingo 16 de este mes de mayo. Dos figuras al frente de los partidos mayoritarios, hoy prácticamente sólo 2, organizaron las fórmulas electorales de las provincias y municipios, en atropello de la voluntad de los miembros locales de sus partidos. Gran parte de estos señalamientos respondieron a negociaciones económicas y compromisos basados solamente en el interés de ganar. ¿Cuáles eran sus propuestas? Bien, gracias.
Dos experiencias que conocí en su momento a través de los medios de comunicación durante la reciente campaña en la provincia de Dajabón, dan una idea sobre la manera como los partidos tradicionales visualizaron la política: a) cierto día el gobernador civil, quien fungió como encargado de campaña del partido oficial (PLD) en la provincia, fue abordado sobre las propuestas de los candidatos y por qué consideraba que ellos eran una buena elección, a lo que respondió sin pensarlo dos veces que el Presidente de la República necesita ser apoyado y para eso es necesario que tenga más síndicos, senadores y diputados, confirmando su noción ante la insistencia en la pregunta por parte de los comunicadores que lo entrevistaban en Radio Marién; b) el senador por el partido de oposición (PRD) envió ante el programa Hablando Claro, en efectivo, la suma de dos millones de pesos que fueron depositadas sobre la mesa enfrente de los periodistas y ante las cámaras que llevaron estas imágenes al pueblo, apostando a su propio triunfo como si se tratase de una pelea de gallos.
Situaciones como esas no son las de estructuras políticas capaces de resolver los problemas del país y encaminarle hacia un bienestar colectivo, ni las que el pueblo espera en el momento que con entusiasmo acude a las urnas pensando en el futuro de la patria. La gran parte del pueblo dominicano comprende que está mal representado por partidos con tales niveles de descomposición, sin ideales ni propuestas, sin principios ni voluntad de servir. Esto explica por qué al menos el 42% de los (as) ciudadanos (as) no ejerció el derecho al voto. Su voz no pudo ser considerada en las elecciones y por lo tanto los resultados de las mismas no encarnan el interés de la mayoría del pueblo dominicano.
El presente está en manos de ese pueblo que ha sufrido el olvido y los desafueros de las fuerzas que le han gobernado. Es esta la hora de abrir los ojos y luchar por los principios en los cuales creemos, pues el cambio es posible mediante la acción conjunta y decidida. Es hora de unir las voluntades de constituir un país dirigido por personas honestas, interesadas en la creación de una verdadera democracia participativa y la apertura de espacios de incidencia política de mujeres y hombres que aman la patria en su condición de ciudadanas (os). Tú eres una de esas personas que pueden empezar a generar el cambio hoy.
No importa el sitio del país de donde vengas, ocupación, profesión, partido anterior, religión, edad, género, sector social… Si confías en el cambio y estás dispuesta (o) a trabajar por su realización, te invito a formar parte de la gran Alianza País, una nueva organización basada en firmes principios para transformar la práctica de la Política en nuestra nación.
Ideada y dirigida por el Doctor Guillermo Moreno, reconocido por sus patrones de ética y compromiso con el desarrollo de la República Dominicana, la Alianza País se encuentra en la fase final de su proceso de reconocimiento y se ha constituido en una fuerza en movimiento que reúne a todos los sectores sociales con una finalidad muy clara: el cambio posible.
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